¿Sabías que no siempre es la cantidad de comida lo que define un atracón? En ocasiones, es la sensación de haber perdido el control al comer lo que hace que muchas personas se sientan abrumadas. Esto es lo que conocemos como atracón subjetivo.
Primero, vamos a aclarar algo: los atracones subjetivos no son lo mismo que un atracón objetivo. La diferencia está en la cantidad de comida que se consume. En un atracón objetivo, la cantidad ingerida es inusualmente grande (alrededor de 1500 calorías) en un corto periodo de tiempo (menos de dos horas). Pero en un atracón subjetivo, la cantidad de comida puede ser muy pequeña, aunque para quien lo vive, siente que ha comido demasiado. Este tipo de episodios también suelen ir acompañados de emociones como culpa, vergüenza y una sensación de pérdida de control sobre el comportamiento alimentario.
Vamos con un ejemplo: imagina que Ana tiene una reunión familiar. Durante la cena, se sirve un plato de comida (con una porción habitual) y luego decide tomar un postre. Hasta ahí todo parece bien, pero, al llegar a casa, no puede dejar de pensar que “comió demasiado” y se siente terriblemente culpable. En su mente, Ana tiene la percepción de que perdió el control, aunque objetivamente no haya consumido cantidades exageradas de comida. Este tipo de experiencias, aunque luego pensamos que son comunes, pueden ser una señal de alerta sobre cómo nos relacionamos con los alimentos y nuestras emociones.
Para entender mejor, comparemos ambos tipos de atracones. Imagina que en un atracón objetivo alguien consume una pizza entera, una bolsa grande de papas fritas y un litro de helado en una sola sesión. Esto excede lo que una persona consumiría en una comida regular. En cambio, en un atracón subjetivo, alguien podría comer una cantidad que parecería “normal” para otros, como un plato de pasta y un postre, pero percibirlo como excesivo debido a la sensación de culpa y pérdida de control. Aunque la cantidad de comida sea diferente, las emociones intensas y el malestar son elementos comunes en ambos casos.
Los desencadenantes de un atracón, tanto objetivo como subjetivo, suelen estar relacionadas con la dificultad para gestionar las emociones de manera adecuada, preocupación constante por la forma del cuerpo y el peso, restricción dietética y cambios repentinos del estado de ánimo. También, pueden surgir por las reglas estrictas que se ponen sobre "qué debería o no debería comer". Estas restricciones pueden generar un ciclo de culpa y sobrecompensación que mantiene el problema.
Es importante entender que sentir culpa por lo que comemos no debería ser algo usual. Nuestra relación con la comida tendría que basarse en el equilibrio y la autoaceptación.
Si te identificas con estas sensaciones, pedir ayuda no solo es válido, sino necesario. Consultar a un profesional especializado en salud mental y la alimentación, puede marcar una gran diferencia.
Elaborado por: Irlanda Iremar Parra Cota.
Estudiante de psicología en la Universidad Anáhuac Puebla, con un profundo interés en la psicología clínica. Apasionada por explorar los complejos caminos de la mente humana y por el estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Su motivación radica en el deseo de comprender y ayudar a quienes enfrentan estos desafíos, buscando mejorar la relación con su cuerpo y alimentación, y transformando creencias dañinas para fortalecer su bienestar emocional.
Referencias:
Cuadro, E., & Baile, J. I. (2015). Binge eating disorder: analysis and treatment. Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios/Mexican Journal Of Eating Disorders, 6(2), 97-107. https://doi.org/10.1016/j.rmta.2015.10.001
Herrera, I. A. (2024, 11 julio). Trastornos de la conducta Alimentaria – TCA. Blue. https://bluehealthcare.es/trastorno-de-la-conducta-alimentaria-tca/#:~:text=Acompa%C3%B1ando%20al%20atrac%C3%B3n%20tiene%20que,%2C%20en%20ocasiones%2C%20extremadamente%20peque%C3%B1a.
Visconti, B. V. (2023, 8 marzo). ¿Qué es el trastorno por atracón? psikids.es. https://psikids.es/2022/12/13/que-es-el-trastorno-por-atracon/

Comments